domingo, 31 de octubre de 2010

Diario de una ilusa

Capitulo 1: “Mi nombre es Sara y soy adicta”. De ahí en adelante la escritora Rosario Carrizosa, entrega al lector en 41 escenas iguales al  mundo que se está viviendo tal como un cuento de Carlos Dickens: - vivimos en la mejor de las épocas,  a la par la peor de todas- .

Novela del género rápido, 208 páginas, colección dorada de Villegas Editores, Panamericana Forma e Impresos y estreno en octubre 2010.

Es una tarjeta de imaginación: cómo la actividad de una joven mujer, cuya crianza fue tan impactante, como el asesinato de su pollito o mascota hundido en el sanitario por su violenta mamá. Es la medicina de las drogas (sicología química) para una época donde la personalidad de angustia existencial se fabrica en el hogar.

Cuando Sara pronunció esas palabras, estaba en un lugar de refugiados en donde el licor y el oro blanco son los invitados dictadores. Por la euforia, se olvida decir la ilustración del libro: es la variación gráfica de la fotografía de Christopher Dadey, un rostro alargado por la dilatación- efecto, cabellos en desorden, rostro pálido y los ojos enmascarados por ese sueño real y alucinante.

En la órbita existencial de Sara, giran: el único ser irracional que la admite, es su gata  Salomé. A medida que avanza la narración, van apareciendo más personajes, unos 32 bien o mal contados y sólo el último la hace encontrar vida: Nicolás. Además, faltan dos chateadores anónimamente presentes, como el extraño que intenta violarla “virtualmente” y otro un visitante con clave descarada.

Aquí la novelista Rosario Carrizosa, muestra en su novela, esa civilización actual de la manzana podrida que es la internet presentadora de cazadores de oportunidades. Incluso, hay un analfabeto: no conoce ni una mínima dosis de ortografía, sin embargo es atrevido en la propuesta. Sara, sigue en esas discotecas; algunas de sus amigas pertenecen al visible escenario de costumbres biológicamente iguales en simpatías mutuas, sexo del mismo sexo.

Igualmente hombres atormentadores y posesivos, mujeres sedosas en caricias y hasta personajes de ingenuidad agazapada que ocultan sus irregulares conductas en una supuesta cultura de libros. Sara, por cierto consigue un empleo en una discoteca. Todo es un ir y venir de casa y ocupaciones, bares y salones de luces tentadoras, como un Woodstock metido con todo en la ciudad.

Un día, Sara conoce en el chat o “sala de recibo” a su último amigo que la lleva al descanso del amor, sin sumergirla en las drogas dopantes, como si un buen café (hoy no lo admiten) sirviera de ingredientes básicos en el encuentro. Sara recibe de todo: ángeles y demonios, como ese mendigo en la calle a quien ella le entrega una buena porción de alimento. Entonces surge esa samaritanidad. La costumbre de disipar el cerebro, es a veces limpia en actitudes hacia el prójimo y feroz contra sí mismo.

Sara con su último personaje que admite sus errores, le hace comprender que no todos son malos. Esa novela, según los editores, es real por la fuerza de sus palabras, en donde no aparece una nuevas palabras, sino elementales, que no pasan de doscientas.

La novelista Rosario Carrizosa, lleva al lector a esa común actividad en la calma y en los encuentros. “Pero el mundo de los adictos a la droga, donde busca refugiarse, bordea siempre un abismo lleno de las más insólitas experiencias que estas páginas nos hacen vivir”  y Sara, solo tiene apenas 19 años: pero la escritora (al contrario de la protagonista en esta novela) empezó desde muy temprana edad a hacer vida literaria, trabajó como redactora en El Tiempo, El Espectador y las revistas Don Juan, Aló, Cromos, Carrusel y En Forma.

En el 2004 dirigió el Premio Nacional de Literatura Infantil en el Politécnico Grancolombiano con la participación de más de once mil niños; también trabajó en la investigación Pandilla, Violencia y Droga del programa presidencial Rumbos (2000) y en la editorial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Realiza la página Vitrina Virtual en El Tiempo.

Rosario Carrizosa va para su segunda novela. Cuando el lector iba en el capítulo final página 201, el periodista Jorge Alfredo Vargas quien dirige el programa TV El Radar, anunciaba un nuevo huésped en el atril de ese programa: Diario de una ilusa de Villegas Editores. Curiosamente, en la novela, Sara, lee ese mismo diario y con igual título. Una sugerencia presente: ojalá, las mujeres jóvenes o con más ciudadanía, no asistan a ese discotequismo no de mala bebida, sino de tertulia a luz del día.

La habitabilidad de la noche es un paraíso artificial. La novela, Diario de una ilusa hizo el trabajo de campo por mujeres escapista. No se puede admitir un mundo cavernario, pero sí que la lectura de experiencias. El ortodoxo intelectual Plinio Apuleyo Mendoza, hizo el prólogo de esta publicación y él si puede asegurarlo: el París y la Barcelona que conoce este padrino de edición, sabe por qué lo comenta. Esta novela es un mensaje.

tomado de: http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/diario-de-una-ilusa101030.html

miércoles, 27 de octubre de 2010

21 GRAMOS: EL PESO QUE PERDEMOS CUANDO MORIMOS, EL PESO LLEVADO POR LOS QUE SOBREVIVAN

Realmente lo que te lleva a generar expectativas sobre los hechos que se van fundando mediante el recorrer de la historia siempre va ligado a una necesidad de emoción en donde yo también me encuentro, la película 21 gramos es una  narración visual de la  esperanza y humanidad, de elasticidad y supervivencia, que explora las fuertes sensaciones emocionales y físicas de tres personajes: Paul, Gato, y Cristina  unidos por un accidente inesperado que hace que sus vidas y destinos se crucen, en una historia que los lleva al amor y la venganza. 21 gramos hace referencia al peso que perdemos cuando morimos, el peso llevado por los que sobrevivan. ligado totalmente a la bioética ya que provee los principios para la correcta conducta humana respecto de la vid vida, incluyendo todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones relacionadas con el medio ammedio ambiente y al t trato debido a los animales..
Uno puede creer que la vida sigue siempre la misma dirección o que basta empeñarse con voluntad por cambiar, y ya está. Y se nos olvida que hay cosas que solos no podemos. Lo mejor de la vida se me regala o llega gratuitamente: la fe, el amor, la confianza, ser perdonado, nacer y ver la luz…Pero también llegan así, misteriosamente, el dolor, la enfermedad, la soledad, la muerte, la pérdida de un ser querido…Un accidente a la vuelta de la esquina puede en segundos trastrocar nuestras mejores intenciones y derrumbarnos, volvernos a levantar y ponernos en otra dirección. ¿De cuánto dolor y rabia, amor y decepción, culpa y perdón, ilusiones y fracasos, está hecha nuestra existencia? ¿Cuánto nos pesa el dolor? ¿Y cuánto la condición humana? ¿Cuánto nos quita de peso experimentarnos redimidos? ¿De qué está hecho el último aliento de nuestra existencia terrena y de qué está hecha la esperanza?
Entonces en la valoración tríadica de la película, de estos tres personajes que sucumben en el interior de tramas ausentes pero importantes no renuncia a la visión del hombre como ser social que tiene dignidad y no precio- una respuesta actualizada, sumamente lúcida y precisa, al fondo de esta gran cuestión. no ignoran su condición de apuesta a favor de la deliberación racional, del diálogo y de la educación en la capacidad y el deber de autorregulación responsable de individuos y colectivos. Pero  como esto desde la película tanto intra como por fuera afectan a la vida, rozan el territorio de lo sagrado: de lo inmanejable. Esto es, construidas siempre, con la mirada puesta en lo que “conviene en cada momento”, en lo que es justo en el momento justo, en un proceso general de “autorregulación”.

domingo, 24 de octubre de 2010

Cómo Podrías Renacer Sin Antes Haber Quedado Reducido a Ceniza

Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza, hoy por un tiempo, no sé si por mucho o por poco he cerrado una página de mi vida, una más entre tantas que la vida me ha brindado, no me arrepiento de nada de lo que he hecho y lo más seguro es que si la volviese a vivir cometería los mismos errores, porque soy animal de costumbres y siempre tropiezo en la misma piedra, aunque posiblemente los peores errores de nuestra vida, son los que no cometemos, pero al menos si me gustaría quedarme con un buen sabor de boca y acordarme solo de los momentos dulces y agradables que he vivido y como la práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario.

 Saber que la soledad es la mejor compañía, y aunque el final ha sido inesperado y sin verlo venir, solo quiero pensar y recordar aquellos detalles que una sonrisa me supieron sacar. Lo que tengo claro es que yo seguiré teniendo mi puerta abierta a la amistad, porque creo que vale la pena y porque mi vida sin ese sentimiento no tendría sentido porque a veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante y es solo ese instante donde aprendes que la vida no es solo existencia.

martes, 19 de octubre de 2010

Monica Vanessa Cañas Mendez

Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú misma, me considero una mujer incompleta cuando comprendo que mi confianza y mi seguridad se perturban de otros agentes que diluyen mi vida. Quiero ser algo más que un instante, algo más que una sombra y algo más que un afán, quiero ser una huella imborrable y un recuerdo constante. Además de una pena de ausencia, un dolor de distancia y una eterna amistad. Algo más que una imagen que venciendo caminos, llega, pasa y se va, quiero ser Monica.